¿Y no os ha pasado nunca, que mirando dentro de vuestro violín o por casualidad, habéis visto una bolita de pelusa solitaria que cruza de lado a lado el interior de vuestro instrumento?
Esto no es nada extraño ya que el polvo, la resina y otras suciedades que se van introduciendo dentro de nuestro instrumento, junto con la vibración de la madera, van creando esas pequeñas bolas. En este caso tendremos que acercarlas a una de las efes del instrumento y sacarlas con unas pinzas.
Si no queremos llegar a este extremo tendremos que limpiar el interior de nuestro instrumento regularmente. Para ello se introduce dentro del instrumento un puñado de arroz crudo calentado unos segundos en el microondas (esto hará que el arroz se ponga un poco pegajoso y la suciedad se pegue a el).
A continuación se moverá el instrumento para que el arroz recorra el interior, ha de hacerse suavemente para no dañar el interior o mover el alma.
Para terminar, se sacará el arroz poco a poco por la efes y con paciencia. El polvo saldrá con el.